Consejos para prevenir la sobrecarga de la persona cuidadora

 Consejos para prevenir la sobrecarga de la persona cuidadora


Aunque cada vez hay más hombres que asumen este rol, el prototipo de persona cuidadora no profesional es el de una mujer de mediana edad, casada, familiar directo de la persona afectada (pareja, madre, hija…), con grado de escolaridad medio, que no recibe ayudas externas y sobre quien recae casi en exclusiva la responsabilidad de supervisar la salud y hacerse cargo de la persona dependiente.

Esa dedicación y exigencia intensiva pueden comprometer notablemente la salud de la persona cuidadora. Así, el síndrome del cuidador quemado se caracteriza por múltiples síntomas: falta de energía, cansancio y preocupación continua, insomnio, pérdida del apetito y/o de peso, dolores de cabeza o en otros puntos del cuerpo, palpitaciones, irritabilidad y cambios frecuentes de humor, niveles elevados de estrés, ansiedad y/o depresión, apatía, abuso de alcohol, tabaco o de ansiolíticos y antidepresivos, dificultad para concentrarse y para relajarse.

Diez consejos para cuidar al cuidador:

  1. Infórmate sobre la enfermedad de tu ser querido y sobre los recursos disponibles. 
  2. Organízate y establece un plan de cuidados.
  3. Haz equipo. Las tareas pueden repartirse entre varios miembros de la familia. 
  4. Mantente activa y conectada. 
  5. No te olvides de cuidarte. 
  6. Acude a tus citas médicas. 
  7. Aprende a relajarte. 
  8. Reconoce y gestiona tus emociones. 
  9. Fomenta la autonomía de la persona dependiente.
  10. Únete a un grupo de apoyo para cuidadores. 

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